¿Has pensando alguna vez cómo podría ser mejor tu vida con menos cosas? En esta pregunta se sostiene el documental de Netflix The Minimalists, el proyecto de lo estadounidenses Ryan Nicodemus y Joshua Fields Millburn, dos compañeros de colegio que encontraron una pasión en común: vivir con lo mínimo.
Hoy tienen libros, un podcast y dos documentales en la plataforma de películas y series, donde comparten sus guías para que los consumidores gasten menos y sea más felices. ¿Acaso no es lo que todos queremos?
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Tanto Ryan como Joshua tuvieron una infancia llena de carencias económicas. Sin embargo, ambos lograron salir adelante. Joshua lo logró todo en la vida.
Se podría decir que estaba viviendo el sueño americano: casa grande, un buen trabajo hasta que su mamá murió y su matrimonio se acabó, todo el mismo mes.
Estos dos eventos hicieron que se empezara a preguntar cuál era el propósito de su vida.
Se dio cuenta que estaba tan enfocado en el éxito, en los logros económicos y en acumular cosas materiales, que abrió los ojos y el sueño americano que estaba viviendo no era su sueño.
Vivir una vida simple requiere mucho trabajo
El minimalismo es el uso intencional de los recursos que tienes. Según Ryan y Joshua, ellos solían acumular muchas cosas cuando eran niños. Todo lo que la gente les donaba, ellos lo aceptaban, sin considerar si lo necesitaban o les aportaba algún valor."Cuando tenemos más espacio, lo llenamos con más cosas y cuando tenemos más cosas, queremos más espacio. Entonces empezamos a comprar casas nuevas, a buscar bodegas y nunca nos detenemos a preguntarnos que es esencial, qué es realmente necesario, qué cosas están agregando valor a mi vida", dice Joshua en The Minimalists.
El problema detrás de la compra compulsiva y la acumulación de cosas
Uno de los grandes problemas del mundo de hoy es que las personas no son libres para elegir.
A pesar de que estamos en una sociedad libre, las personas están siendo manipuladas por tres corporaciones: Google, Amazon y Facebook.
Estos monopolios comerciales deciden por nosotros y no nos damos cuenta. Vivimos en la era más publicitada de la historia del mundo y son ellos los que deciden sobre nuestros intereses y gustos, creando necesidades superficiales, bombardeándonos con información que cada vez nos hace más infelices.
Siempre nos están diciendo qué necesitamos: un trasero a lo Kim Kardashian, un teléfono de un millón de pesos que sólo usaremos para funciones básicas, un auto enorme para manejar por una ciudad saturada... y la la realidad es que nada de eso nos entrega verdadero valor.
El propósito es que compres más y más cosas
Según The Minimalists, estas empresas nos envía publicidad para que inconscientemente nos sintamos mal: "si no tengo este producto la gente no me va a apreciar", "los niños no me van a querer".
Te bombardean constantemente con mensajes de que no somos suficiente. Entonces te cuestionas tu pelo, tu ropa, tu piel, tu cuerpo y harás exactamente lo que estas grandes empresas quieren.
Hemos dejado lo que antes nos llenaba como personas, como por ejemplo pertenecer a una comunidad, tener un propósito y/o tener una identidad más allá de la marca que estás utilizando.
Estamos reemplazando nuestra necesidad de pertenecer con la necesidad de tener cada vez más cosas y de gastar dinero. Las compras compulsivas te hacen feliz un instante, un día, una semana.
Todo se resume a la oferta. Creemos que hemos aprovechado una oportunidad cuando encontramos algo en descuento, pero en realidad estamos gastando mucho más y no nos damos cuenta, porque estamos comprando cosas que no necesitamos.
Pero te dices que te lo mereces porque has trabajado muy duro y te puedes comprar lo que quieras, pero luego sientes vergüenza y culpa, porque tienes más cosas de las que necesitas.
Las cuentas se acumulan y, al final, se vuelven en un círculo tóxico del que no puedes escapar. Y todo por mantener las apariencias, poniendo cargas innecesarias para mantener cierto tipo de imagen.
Ahora con las redes sociales vivimos comparándolos con el resto, lo que hace que nos sintamos aún más insatisfechos con nuestras vidas.
Entonces, ¿cómo puede mejorar tu vida con menos?
Ryan se dio cuenta que si simplificaba su vida iba a tener más tiempo para su salud, sus relaciones, su creatividad, sus financias y podría contribuir a la sociedad de una manera significante.
The Minimalists nos toca la fibra porque reconocemos en nosotros las actitudes compulsivas que retratan. Somos como un niño con pataleta que no se calma hasta que le dan lo que quiere.
La propuesta es quedarse con cosas que realmente añadan valor a tu vida. Preguntarse en qué momento le dimos tanta importancia a las cosas materiales y qué es lo realmente importante en nuestras vidas.
Qué persona queremos ser y qué nos falta en nuestro interior que nos hace comprar compulsivamente cosas que no necesitamos de verdad. The Minimalists nos sirve para reflexionar sobre nuestras vidas y empezar mañana con otra actitud. A
sí fue que Ryan pudo encaminar su vida hacia la felicidad, una alegría radiante que hizo que, un día, su amigo le preguntara ¿Por qué estás tan contento? Así, Ryan empezó por el mismo camino del minimalismo y dieron un empuje a una tendencia que aumenta día a día, como David contra Goliath.
Si decides deshacerte de aquello que no necesitas, te dejamos tres artículos donde puedes donarlas:
Tienda solidaria que ayuda a niños con piel de cristal
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¡Cuéntanos en los comentarios si ya viste The Minimalists!