Seguramente conoces a la naftalina, la misma que se suele usar para proteger la ropa de las polillas, las que se alimentan de fibras naturales como la seda, la lana, el lino o, incluso, también algodón o fibras sintéticas mixtas.
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Ahora que ya estamos en las temporadas de calor, seguramente estás guardando tu ropa de invierno —o quizás ya lo hiciste—, te voy a recomendar alternativas a este producto químico que huele muy fuerte e, incluso, puede ser algo desagradable e irritar las vías respiratorias.
Además, hay que tener cuidado con estas bolas porque, debido a su tamaño, pueden ser peligrosas para los niños y mascotas. Para prevenir esto, lo mejor es guardar las bolas de naftalina en un recipiente hermético, o buscar otras alternativas.
En tu orden de cambio de temporada, no pueden faltar las cajas organizadoras, las fundas de abrigos, y una profunda limpieza antes de guardar.
Alternativas naturales a la naftalina
Cedro
La madera del cedro es un repelente que también sirve para las polillas. Puedes poner pedacitos escondidos en tu armario con aceite esencial de madera de cedro para potenciar su aroma.
Lavanda
No sólo huele bien, sino que es perfecta para aromatizar y repeler insectos. ¡Dos en uno! Toma unas ramitas de lavanda, sécalas y deja sólo las flores. Luego guárdalas en sacos de algodón y ponlas en tu clóset.
Cítricos como alternativa a la naftalina
Deja secar piel de naranja o de limón al sol y luego ponlas en saquitos de algodón. Asegúrate que queden bien secas para así evitar que les salga moho.
Laurel
Las hojas de laurel son otra alternativa a la naftalina. Tan solo hay que dejar secar las hojas de laurel y repartirlas por los armarios. Estas hojas, una vez secas, se rompen con facilidad por lo que es mejor meterlas en bolsas de tela.
Pimienta negra
La pimienta negra es una excelente alternativa a la naftalina porque es natural y muy asequible. Solo hay que triturar un poco y ponerla en bolsitas de algodón que luego pondrás en los cajones o entre la ropa. Y listo, ahí tienes alternativas naturales a la naftalina, todas amigables con tus hijos y mascotas. ¡Por una ropa sin polillas!